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Piolas y Piolas

Creado: Martes, 28 de Febrero de 2023

Actualizado: Viernes, 3 de Marzo de 2023

Guía práctica para prevenir molestias y disfrutar al máximo tu experiencia tejiendo macramé

 

Tejer es mucho más que crear piezas hermosas. Es un momento de conexión contigo mismo, un espacio de calma y creatividad. Pero, así como cuidas los hilos y los nudos, también debes cuidar tu cuerpo.

 

La postura, los descansos y hasta la hidratación influyen en cómo disfrutas el proceso y en la salud de tus manos, muñecas, cuello y espalda. Hoy queremos compartirte los mejores consejos para que tu experiencia tejiendo sea cómoda, saludable y libre de molestias.

 

 

Antes de empezar: prepara tu cuerpo

Antes de tejer, dedica unos minutos a preparar tus músculos y articulaciones. Esto hará la diferencia en tu resistencia y en cómo te sientes al final de la jornada.

 

1. Estiramiento de cuello y hombros

Baja la cabeza suavemente hacia el pecho y siente cómo se relaja tu cuello. Luego, haz movimientos circulares con los hombros hacia adelante y hacia atrás.

2. Estiramiento de muñecas

Extiende un brazo al frente, palma hacia abajo. Con la otra mano, lleva los dedos suavemente hacia abajo hasta sentir un estiramiento ligero. Repite con la otra mano.

3. Manos despiertas

Abre y cierra los puños varias veces, y luego extiende los dedos al máximo. Esto activa la circulación.

4. Respira y conecta

Haz tres respiraciones profundas para relajar el cuerpo y preparar la mente.

 

 

La postura ideal para tejer

Tu postura puede ser la diferencia entre tejer con placer o terminar con dolor de espalda.

 

· Siéntate con la espalda recta, preferiblemente en una silla con buen respaldo.

· Apoya los pies en el suelo, evitando cruzar las piernas por mucho tiempo.

· Mantén los hombros relajados, sin encogerlos hacia las orejas.

· Ajusta la altura del proyecto: coloca tu soporte de macramé (gancho, barra o bastidor) a una altura que no te obligue a inclinar demasiado el cuello.

· Usa cojines de apoyo: debajo de la espalda baja o las muñecas si lo necesitas.

💡 Tip: Si trabajas en proyectos largos, alterna entre estar sentada y de pie para darle descanso a tu cuerpo.

 

Durante el tejido: cuida tus pausas

El entusiasmo a veces nos hace olvidar el reloj. Pero tu cuerpo agradecerá que hagas pausas:

· Descansa cada 30 a 40 minutos para estirarte.

· Levántate, camina un poco y sacude suavemente las manos.

· Parpadea más seguido o mira a lo lejos unos segundos para descansar tus ojos.

 

 

Después de tejer: estira y relaja

Al igual que un atleta, una tejedora también necesita cierre de rutina. Dedica unos minutos a soltar la tensión:

1. Estiramiento de brazos Lleva un brazo hacia el pecho y abrázalo con el otro. Mantén unos segundos y cambia de lado.

2. Estiramiento de espalda baja Siéntate en el suelo con piernas extendidas. Estira los brazos al frente e inclínate suavemente hacia los pies.

3. Relaja el cuello Inclina la cabeza hacia un hombro, mantenla unos segundos, y luego hacia el otro lado.

Con este pequeño ritual, evitarás dolores y te asegurarás de poder tejer más tiempo, más feliz.

 

El macramé es terapia, pero cuidar de ti es la base para disfrutarlo plenamente. Escucha a tu cuerpo, hidrátate y haz pausas. Así como cada nudo requiere paciencia, cada parte de ti también merece atención y amor.

 

 

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